martes, 13 de mayo de 2008

El arte extremista


Muchas veces se entiende la modernidad por humanismo tanto referido al nacimiento del hombre como a su muerte. Bruno Latour nos explica que esto es un hábito moderno por ser asimétrico, olvida el nacimiento de lo no humano, de lo híbrido.
Hace algunos meses el costarricense Guillermo Vargas, Habacuc (biografia) nos impactó con una muestra de arte híbrida. Una aberración que consistía en escribir "eres lo que lees" en la pared de una galería de arte. Hasta ahí uno diría qué tiene de híbrido o de aberrante, el hecho está en que había sido escrito con comida balanceada para perro y de una soga yacía atado un perro enfermo, privado de su libertad y del alcance de la comida.
Natividad, como así se llamaba, esa parte natural de lo que Habacuc llamó obra de arte, murió de hambre al poco tiempo. Es un claro ejemplo de volver a atar el nudo gordiano que separaba la naturaleza y la cultura, es decir que unió una problemática social, (abandono de mascotas en la calle) con un ser vivo, a través del arte, como modo de expresión.
¿Es acaso una obra de arte, una manifestación artística de una persona o un acto de maltrato de animales o a la naturaleza? ¿Es un tema político, social o ético? Hay muchas posibilidades de clasificarlo, pero ninguna está exenta de la otra, todo está fuertemente relacionado entre si. "De una forma nueva conecta a la vez la naturaleza de las cosas y el contexto social, sin reducirse no obstante ni a una ni a otro" dijo Latour en "Nunca fuimos modernos".

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