miércoles, 30 de abril de 2008

¿Hay en realidad propiedad intelectual en internet?

Internet es un medio de comunicación, que tuvo un gran impacto en la sociedad, ya que, es uno de los que más rápido se expandió en la historia, como lo aclara Mayte Pascual, en “El mundo en el que vivimos”. Además, permite que todo el mundo esté conectado, mediante una red, como lo menciona Raffaele Simone, en la “Tercera Fase”, es decir, todo el mundo puede intercambiar y subir datos. Éste se ideó en el periodo de la Guerra Fría; el objetivo era mandarse información con los países de la misma posición ideológica y sin que el otro bando la obtuviera; recordemos que esta guerra se basaba en espionaje y amenaza constante. Es decir, que Internet se creó para que la información que se mueva en ella sea secreta, y por esta razón, actualmente, es difícil de controlar. Este medio, maneja una gran cantidad de información, es la fuente más grande que existe, y hasta el día de hoy, ha sido imposible controlarla. Es una situación peligrosa que un medio con tanta difusión mundial tenga tan poco control. En realidad, el gobierno trata de revisar la mayor cantidad de datos que circulan por la Web, pero es imposible registrarlos todos.

¿Alguna vez escucharon hablar de la propiedad intelectual? La propiedad intelectual es el derecho que uno tiene, sobre su creación, como por ejemplo el derecho de autor. Y son quienes quieren hacen valer este derecho los que se ven amenazados por el monstruo del ciberespacio. Como mencionamos anteriormente, todo el mundo esta en vía Internet. Esto puede ser beneficioso o extremadamente malo dependiendo del punto de vista. Para una persona corriente, que quiere solo escuchar un CD para saber como es, tiene la oportunidad de bajárselo del Ares, del Emule, o de cualquier programa de intercambio libre. Pero para los autores de estas canciones o de estos libros, los perjudica mucho debido a, que las ganancias son menores. El año pasado, trataron de frenar mediante la difusión, en otros medios de comunicación, la masiva descarga de material no autorizado de Internet, pero fue inútil, a pesar de que la campaña fue muy grande. Se decía que la persona que bajara cosas de la red sería fuertemente sancionada, es decir, estaría obligada a pagar una multa muy elevada. Como lo menciona, el artículo de opinión del 1 de abril de 2008 en La Gaceta. En él hace fuerte referencia acerca de la educación, puesto que, la sociedad no respeta los derechos de autor, no considera que esta cometiendo un acto de delincuencia al bajarse cosas por Internet. Lo que se podría proponer sería una campaña acerca del respeto hacia la propiedad intelectual y explicar que sí es un delito, además de exponer los daños que les causan a los autores de las obras.

Estas medidas son tomadas por las compañías que les afecta directamente el problema.Pero los gobiernos, también, se encargan de controlar la Web o por los menos lo intentan. El gobierno de Estados Unidos tiene una rigurosa vigilancia del ciberespacio o de lo que puede, en un artículo que encontré navegando, que “El control de Internet es el campo de batalla del siglo XXI”, como lo mencionamos anteriormente, la inmensidad de este medio, hace que sea realmente un desafío registrarlo…

En conclusión, Internet cambió la vida de todas las personas en el mundo. Es un medio de comunicación por excelencia y a la vez el más conflictivo para las autoridades. Este fenómeno ¿podrá algún día ser controlado?

El cambio necesario para la evolución

La aparición de las sociedades de la tercera fase o de la información ha propuesto un inmensurable incremento de conocimientos y disponibilidad de los mismos.

Ya no necesitamos ir a la Biblioteca Nacional para encontrar información de un determinado tema, ni viajar a Londres para conocerla. Eso es tema del pasado; la era de Internet nos propone mayor disponibilidad de conocimientos y hasta una nueva forma de sociabilizar (desde las mensajerias instantáneas, los chats, las teleconferencias a los fotolog, blogs, etc).

Esto a la vez es producto y productor de mayor alfabetización. El aumento del volumen de información y la complejidad del mismo requiere por un lado mayores conocimientos previos y produce por otro lado más capacidad de retención y aprendizaje.

“Un nativo de la era de la información”, como lo definen en el diario El Día, está acostumbrado al uso corriente del Internet, en donde en un abrir y cerrar de ojos encuentra la información que busca. El periódico comentaba sobre un regalo que había recibido un niño de seis; una iguana, ante esto él opto por el uso de ésta tecnología (nueva para los viejos, natural para los jóvenes) buscando que come, como cuidarla etc. Viéndolo actuar así la sociedad tradicional, en éste caso los padres, lo miran perplejos, ante la facilidad de un pequeño niño de seis años para manejar esta nueva tecnología, sobre la capacidad intelectual del mismo y como esto incide en su forma de pensar y manejarse.

Si bien este avance es de uso corriente en los jóvenes no ha sido incorporado en la escuela, que si bien es trasmisora de conocimientos, éstos son básicos. Planteando una postura educativa conservadora, la escuela no acepta la Nueva Era por lo que termina siendo cognitivamente y metodológicamente lenta. Al no aceptarla, no permite que ésta llegue a todos por igual, sólo a quienes pueden proporcionársela por sus propios medios.

A pesar que esto es una falla en el proceso evolutivo (no olvidemos que las instituciones educativas están dirigidas por una sociedad tradicional) estamos a tiempo de cambiarlo, y no es una opción, debemos hacerlo. El problema yace en el miedo de algunos frente al exceso de fuentes e inexactitud que plantea Internet. Y ahí es donde están confundidos; estos “nuevos” conocimientos además de ser más complejos son también más controlables. Es decir, la información ya no es exclusiva de unos pocos ni de un experto en una determinada área, por lo que ya es común y natural, como dice Raffaele Simone, preguntarse de dónde viene y cómo se ha conseguido dichos datos.

En la otra cara de la moneda, para el Estado, el control cada vez se hace más difícil; Internet es controlado por las masas y sus usuarios, a la vez se convierten en los grandes productores de la misma tecnología con su práctica. Esto la vuelve ausente de control; es indomable por los gobiernos y por consiguiente éstos le temen. Le temen a la instantaneidad e interactividad de la comunicación.

Frente a todo esto, yo propondría como bien dice Manuel Castells: “enseñar a los que enseñan”, para reformar la tradicional y conservadora educación. De ésta forma todos, equitativamente, podrían aprovechar el nuevo sistema tecnológico de comunicación para un acceso masivo a la información y el conocimiento facilitado. Esto podría cambiar las relaciones de poder en el mundo ya que “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción” como dijo el Libertador de América, Simón Bolívar.


Nunca es bueno vivir del pasado


Luego de leer el texto de Rafaelle Simone, “La Tercera Fase”, da cuenta de como ha cambiado el rol de la escuela a lo largo del tiempo, gracias a la cantidad de información que hay hoy en día, la escuela dejó de ser el único medio de información.
En consecuencia los maestros han dejado de tener la importancia que tuvieron tiempo atrás, debido a que transmiten un conocimiento limitado, estático, que no difiere a lo largo del tiempo, en cambio actualmente uno adquiere sabiduría constantemente en el mundo exterior. Igualmente creo que el autor del texto generaliza bastante en cuanto al término “escuela” ya que no todas tienen esa lentitud inmensa que menciona en su articulo.
Solo basta con recurrir a la Revista Noticias y leer el articulo “ Escuelas con plan digital” donde habla de las nuevas herramientas que se incorporan a la educación como Notebooks y blogs en los programas de estudio.
Mas allá de eso coincido con Simone cuando se refiere a que el lugar donde mas circula el conocimiento es en el mundo exterior, aunque en ese mundo, en ningún momento hay reglas ni máximas, ahí es donde vuelve a ganar la escuela. No obstante en la “calle” uno se encuentra con cosas que pocas veces se explican.
Volviendo al tema anterior, concuerdo con que el material de lectura fue perdiendo su magnitud en el plano educacional dada la velocidad de transformación del acceso a la información a través de los métodos modernos, como Internet. A pesar de eso, hasta la actualidad, la llegada a estos medios no es accesible a toda la sociedad. En los últimos años ya se incorporó el aprendizaje del uso de estas nuevas tecnologías.
En cuanto a las sociedades tradicionales en algunos momentos habla bien de estas, por ejemplo cuando dice; muchísimos conocimientos se podían adquirir de forma inmediata, sin tener que aprender previamente una cantidad excesiva de software ,y sin tener que realizar complicadas secuencias de operaciones. Sin embargo por momentos menciona algunas cuestiones, como que los conocimientos evolucionados eran prácticamente inaccesibles para la mayoría de los sectores de la sociedad, solo podían acceder los especialistas y profesionales.
Básicamente creo que muchas cosas han cambiado, cómo los conocimientos prácticos, que antes se aprendían “mirando como se hacia”, le fueron cediendo el lugar a las reglas y las instrucciones.
Otra cuestión que se modificó drásticamente fue la del almacenamiento de datos, en la época de las sociedades tradicionales, era complicado poder guardar datos en algún lugar por el miedo que había de que se perdiera la información. Tan mal encaminados no estaban, ya que luego vino el famoso incendio de la biblioteca de Alejandría que dio lugar a nuevos métodos. Ahora uno puede fácilmente guardar textos, archivos, o testimonios en una computadora o en la web donde es mas difícil aun que se pierdan.
En mi opinión, basada en la lectura de los textos, los avances tecnológicos y científicos con respecto a la comunicación, crecieron a pasos agigantados en los últimos siglos. Esto permitió que la comunicación y la información se den de forma inmediata a nivel mundial, pero trajo consigo el individualismo, y la perdida de la transmisión oral.